Foto: © Cedida
La capital de la Costa Daurada se enfrenta a un problema crónico de evacuación de aguas pluviales, como se está demostrando últimamente con las fuertes lluvias, perjudicando viviendas, aparcamientos, bajos, negocios e infrastructuras municipales.
Salou, en la Costa Daurada, se ha convertido en un ejemplo de la vulnerabilidad de las zonas costeras ante las inundaciones. En los últimos tiempos, la ciudad ha sufrido varias inundaciones debido a la acumulación de agua en las calles, lo que ha generado problemas para la movilidad de personas y vehículos, así como daños materiales en viviendas, comercios, bajos e infraestructuras municipales.
Las últimas lluvias han demostrado que la ciudad no está preparada para enfrentar este tipo de situaciones. Los servicios de emergencia trabajaron sin descanso para prevenir daños personales, pero los daños materiales han sido cuantiosos. Sus playas, parques, viviendas y comercios fueron afectados, y varias infraestructuras municipales, como el Pabellón Municipal de Deportes, los campos de futbol del Estadi Municipal y la Piscina Municipal por poner algunos ejemplos, sufrieron importantes daños.
La Costa Daurada, y especialmente Salou, ha sido uno de los puntos más afectados por las precipitaciones, que se han concentrado en un período muy breve, causando caos en la localidad turística. Según los expertos, este tipo de tormentas serán cada vez más frecuentes, por lo que es fundamental planificar un plan efectivo de evacuación de aguas pluviales para evitar que se acumulen y perjudiquen a la ciudadanía.
Aunque es cierto que Salou está casi a nivel del mar, lo que impide que el agua salga directamente hacia el mar, es necesario limpiar las alcantarillas regularmente y ante el aviso de tormentas, especialmente en la parte baja de la ciudad, para recoger todo el agua que llega desde las zonas más altas del municipio.
La vulnerabilidad de la zona del paseo Jaume I y la playa de Llevant de Salou se manifiesta de manera impactante durante tormentas intensas. La combinación de lluvias copiosas y fuertes vientos resulta en la inundación del paseo Jaume I con agua y arena mezclada, afectando calles adyacentes.
El entaponamiento de las salidas de aguas hacia el mar debido a la acumulación de arena proveniente de la playa es uno de los desafíos que enfrenta la ciudad. Este fenómeno provoca inundaciones recurrentes en las calles más cercanas al paseo, generando preocupaciones adicionales sobre la capacidad de la infraestructura existente para gestionar los episodios climáticos extremos.
Es esencial considerar estas complejidades locales al diseñar medidas de adaptación y prevención a largo plazo para garantizar la resiliencia de Salou frente a los desafíos continuos derivados del cambio climático. El Consistorio salouense, junto con las autoridades, se enfrentan al desafío de encontrar soluciones que mitiguen los impactos de las condiciones climáticas adversas, al tiempo que se adaptan a las dinámicas cambiantes del clima.
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